Montevideo comprometida en la lucha contra el tabaquismo
La Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco en el año 1987, con el objetivo de llamar la atención hacia la epidemia que significa el tabaquismo y sus efectos letales.
El lema de esta fecha para 2023 es “Cultivemos alimentos, no tabaco”, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indican que el cultivo de tabaco es perjudicial tanto para la salud de las y los consumidores como de agricultoras/es.
Según ambos organismos internacionales, la industria tabacalera interfiere en los intentos de sustituir el cultivo de tabaco, con lo que contribuye a la crisis alimentaria mundial. También afecta de forma nociva al planeta, desde una perspectiva ambiental.
Con el lema de este año se busca estimular a los gobiernos a poner fin a las subvenciones al cultivo de tabaco y utilizar los recursos ahorrados para ayudar a las y los agricultores a cambiar a cultivos más sostenibles, que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición.
Montevideo más verde y sin humo de tabaco
Según la Comisión Honoraria de la Lucha contra el Cáncer, el consumo de tabaco en Uruguay es responsable de más de 5.000 muertes al año, fundamentalmente debido a que causa enfermedades no transmisibles (ENT) como las cardiovasculares y cáncer.
En el mismo sentido la OMS señala que si la reducción del tabaquismo no varía, podría matar aproximadamente a 10 millones de personas al año en el mundo hasta el 2025.
Montevideo es pionera en el combate contra el tabaquismo. En el año 1991 (resolución N° 6.766/91) la Intendencia estableció la prohibición del consumo de tabaco en cualquiera de sus formas en todas las oficinas municipales, estableciéndose áreas de fumadoras/es.
En 2001 la comuna declaró “libre de humo de tabaco” a su edificio sede, al contar con sectores en donde se prohíbía fumar pero con áreas reservadas para fumadoras/es. Esta estrategia puso en debate a nivel nacional el tema de fumar en edificios públicos.
En consonancia con las políticas del país vinculadas a las ENT que obtuvieron reconocimiento internacional, como lo fue la lucha contra el tabaquismo liderada por el ex presidente Tabaré Vázquez, Montevideo se unió a la red de Alianza de Ciudades Saludables -que cuenta con el apoyo de la fundación Bloomberg en asociación con la OMS y Vital Strategies- y desde ese entonces su trabajo se focalizó en la prevención de estas patologías.
También se alínea en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, sobre salud y bienestar, en particular la meta 3.4 que establece que, para el año 2030, los gobiernos deberían reducir a un tercio la mortalidad prematura por ENT mediante la prevención y el tratamiento.
En la actualidad, la Intendencia impulsa programas de salud para desestimular el consumo de tabaco. Cuenta con espacios de cesación tabáquica en policlínicas departamentales, al que pueden asistir personas que deseen dejar de fumar:
- Policlínica Barrio Sur: jueves a la hora 13.00
- Policlínica Los Ángeles: viernes a la hora 15.30
- Policlínica Yucatán: viernes a la hora 10.30, cada 15 días
- Policlínica Crottogini: miércoles a la hora 10.00
En Uruguay
Uruguay es uno de los países líderes en la lucha contra el consumo de tabaco, siendo un ejemplo en términos de políticas sanitarias a nivel mundial.
En 2006 sucedió el primer hito en la lucha nacional contra el tabaquismo, cuando se convirtió en el primer país de América Latina libre de humo de tabaco en ambientes cerrados.
Entre las acciones destacadas se encuentran la prohibición total de todo tipo de publicidad, promoción y patrocinio y la inclusión de advertencias sanitarias en paquetes de cigarros y tabaco
Todas estas iniciativas arrojaron como resultado una reducción notoria en el consumo de tabaco a nivel nacional. Sobre fines de los años noventa y hasta el año 2006, la población fumadora en el país era de aproximadamente uno de cada tres adultas/os de entre 14 y 64 años.
A partir de entonces hubo un descenso sistemático de la proporción de personas fumadoras hasta llegar al 21,9% la prevalencia en el año 2018, es decir, 12 puntos porcentuales por debajo de la registrada en la medición del año 1998, al inicio de la serie.
Esta situación fue aún más clara entre las y los fumadores diarios, para quienes la prevalencia cayó más de 15 puntos porcentuales entre 2006 y 2018, pasando de una de cada tres a menos de una de cada cinco personas adultas.
Según un estudio de 2008, que comparó dos años antes y dos años después de la entrada en vigencia de la normativa de ambientes libres de humo de tabaco, se registró una disminución del 22% en los ingresos hospitalarios por infarto agudo de miocardio.
En Uruguay la normativa vigente establece la inclusión del diagnóstico y tratamiento de la dependencia al tabaco en todos los servicios de salud del país en el Primer Nivel de Atención.
